Yo soy Betty, la fea: esta sería la verdadera razón por la que la serie continúa entre las tendencias de Netflix

Aunque ya han pasado más de 22 años de su debut, Yo soy Betty, la fea, es todavía uno de los mayores éxitos de la televisión nacional. No solo cobró gran relevancia entre el público a partir de sus reiteradas repeticiones sino que desde su llegada a Netflix hace tres años, se ha mantenido en lo alto del ranking de su catálogo. Pero ¿cuál es su secreto?

La tira protagonizada por Ana María Orozco no es exactamente un caso de los que se podría aseverar que ha envejecido bien. De hecho, la ficción ha sido tildada de misógina, homofóbica y violenta. Pero al parecer, el público no deja de elegirla. Probablemente su premisa resulte atractiva, sus personajes adorables y también juegue a su favor el efecto nostalgia.

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Sin embargo, otra opción por la que Yo soy Betty, la fea continúe entre las tendencias de Netflix puede que sea su extensión. La telenovela que se inscribió en el libro Guiness de los Récords cuenta con nada más y nada menos que 355 episodios. Esto contribuye a que quienes inician su visionado prevalezcan bastante consumiendo su contenido, lo que da un flujo constante de reproducciones.

Algo similar ocurre con otras ficciones locales como es el caso de Pasión de Gavilanes y La Reina del Flow. Cabe recordar que incluso antes de su desembarco en el catálogo del gigante del streaming, Yo soy Betty, la fea, logró emitirse en más de 180 países y fue doblada a 25 idiomas, acaudalando varios adeptos alrededor del mundo.

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Video tomado de RCN.