Televisión

Yo soy Betty, la fea y la dura disputa detrás del set que hizo peligrar las grabaciones

La turbulenta relación entre dos actores alteró los planes de la producción de la telenovela.

Por Lissa Caamano

La turbulenta relación entre dos actores alteró los planes de la producción de la telenovela.
La turbulenta relación entre dos actores alteró los planes de la producción de la telenovela.
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Yo soy Betty, la fea ha sido hasta el momento una de las ficciones más exitosas en la carrera de la actriz Ana María Orozco y de Colombia en general. Creada por Fernando Gaitán, la telenovela alcanzó varios hitos y no solo logró ser retransmitida en un centenar de países, inscribiéndose en el Libro de los Récord Guiness sino que, hasta el día de hoy, es una de las más populares dentro de su género.

No obstante, muchos de sus aficionados desconocen el drama que vivieron dos de sus integrantes durante la grabación de la ficción. Es que, tanto la estrella que dio vida a Beatriz Pinzón como quien interpretó a Hugo Lombardi, estuvieron casados en la vida real y para el momento de grabar Yo soy Betty, la fea estaban lejos de atravesar su mejor momento.

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Según diversos medios, la unión marital entre Ana María Orozco y Julián Arango duró solo unos 10 meses, habiéndose casado en 1999 y separándose en el 2000 mientras ambos compartían set en Yo soy Betty, la fea. Algunos diarios como es el caso de El País, han asegurado que su ruptura estuvo relacionada con un tercero en discordia.

“Quienes estuvieron cerca de la pareja cuentan que Ana María Orozco empezó a eludir a Julián por un tercero, el fotógrafo Pedro Franco, a quien conoció en una sesión de fotos; tuvieron química y se convirtió en un secreto a voces”, afirmó el diario. Aunque este trascendido no fue confirmado, muchos si aseguran que su roce afectaba a la grabación de la telenovela. En el caso del actor, presuntamente este buscaba demorar las escenas que debía compartir junto a su ex.

El diario El Tiempo también expone un argumento similar. No obstante, este si señala que luego de algunos meses los actores de Yo soy Betty, la fea lograron limar sus asperezas y manejaron la situación de una manera más madura, consiguiendo llevarse bien con el correr del tiempo.

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