Por Lissa Caamano
Durante las últimas semanas Luis Díaz se ha convertido en tendencia por su inminente desembarco a la Premier League de la mano del Liverpool. La joven promesa de la Selección Nacional fue fichado por el equipo de Jurgen Klopp por una suma superior a los 40 millones de euros y con un contrato de permanencia de 5 años.
Esto sin duda significa tocar el cielo con las manos para el jugador guajiro que creció en situaciones de precariedad. Luis Fernando Díaz nació en Barrancas, al norte del territorio colombiano, un lugar azotado por la pobreza extrema, las privaciones y altas tasas de corrupción.
Díaz, de ahora 25 años creció como parte de la etnia Wayúu y desde muy pequeño demostró sus habilidades para el balonpié. La vida era dura, vivían cerca de la mina de carbón Cerrejón, pero el dinero siempre escaseaba. Desde pequeño su talento era evidente pero también estaba claro que sus condiciones físicas debían mejorar, ya que producto de su desnutrición le faltaba subir de peso para alcanzar su forma ideal.
Su golpe de suerte llegó cuando se topó con su descubridor, un hombre tan reconocido como su distintiva cabellera, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama. Este fue testigo de su destreza cuando el pequeño Lucho participó de la Copa América Indígena en 2015, anotando dos goles como capitán designado y rápidamente lo apadrinó.
Hoy, Luis Díaz es todo un ejemplo de resiliencia y superación. Aunque puede llevar una vida plagada de lujos, se destaca por mantener su sencillez y autencidad. En ocasiones se lo ha visto jugando a la pelota en las canchas de su pueblo natal e incluso, comiendo bocadillos en restoranes humildes.
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