Por Lissa Caamano
Faustino Asprilla fue uno de los exponentes de la época dorada del fútbol colombiano. Como exjugador del Parma, Newcastle, Palmeiras, Atlético y la Selección Nacional, sin duda amasó una notable fortuna. No obstante, su vida de derroches, alardes y negocios que no prosperaron lo han llevado a una situación crítica.
A finales del año pasado, varios medios informaron que el futbolista devenido en comentarista de ESPN tuvo que acogerse a la reorganización por deudas superiores a los mil millones de pesos. Pero ¿qué ocurrió con sus emprendimientos y por qué no ha logrado alcanzar nuevamente la gloria?
Después del retiro, Faustino Asprilla tuvo varios negocios que fueron desde tiendas deportivas y negocios de llantas que no lograron prosperar. Durante el último tiempo también se ha lanzado con iniciativas más excéntricas que lo llevaron a tocar fondo. En noviembre pasado la Superintendencia de Sociedades reveló que ‘el Tino’ registra deudas por 1.286 millones de pesos, lo que significa más del 90% del pasivo que posee.
Uno de los emprendimientos que han llevado a Faustino Asprilla a esta crítica situación han estado relacionados con sus status de galán para el público mayor como es el caso de su producto Condones Tino. A su vez, el futbolista también incursionó en el mundo de las bebidas con Vino Asprilla, un proyecto que prometía pero que, al igual que otros, sufrió las consecuencias de ser lanzado en plena pandemia.
Un tercero que no ha conseguido despegar dentro del mercado para adultos ha sido una bebida energizante natural con base en borojó y chontaduro. Puntualmente el producto fue bastante criticado por decir en sus etiquetas que está hecho para niños de 4 años en adelante, algo que lejos de funcionar como una humorada tuvo consecuencias negativas en términos de marketing.
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